Bajo su sombra
la siesta más placentera
todas las manzanas de sus árboles
han sido mi merienda
La magía de su complicidad
ha diluido cualquier intento de expulsión
de sus entrañas se desprenden
en cantidad y calidad
todos los amores posibles
no se si es una Madre
con nombre de paraíso
o un Paraíso
que es una Madre!
De Eduardo Gonzalez, mi amigo y compañero.
Gracias Cielo por permitirme la publicación de algunos poemas tuyos...
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